Creativo para Géneros Periodísticos III
Caído del cielo
Te conocí hace poco más de cuatro años y aún sigo
considerándote parte importante en mi vida por toda la ayuda y soporte que me has
brindado.
Desde el principio te mostraste sincero, comprensivo
y tolerable. Capaz de sacarme de aquellos días tan oscuros cuando los problemas
con mi familia iban en aumento y parecía realmente el final de una no tan bella
familia, como esa que siempre se piensa utópicamente.
Poco a poco supiste ganarte mi confianza, yo logré
ganarme tu paciencia, tú simplemente me robaste el corazón. Yo te dejé, con
mucho temor, amarme como nadie lo había hecho y como sé que nadie lo hará. Me
sacaste del hoyo en el que estaba, de ese maldito agujero donde otro hombre,
niño en ese entonces, me dejó sin compasión.
Esto quizá suene a carta cursi, como las que los
niños de secundaria les hacen a sus amores de “chocolate”, pero en verdad
quiero agradecerte pues más que mi novio durante estos hermosos tres años, has
sabido ser mi amigo, mi confidente y mi guía.
Confieso que gran parte de lo que ahora soy te lo
debo a ti, a tus enseñanzas y a tu singular forma de ser. A tu lado aprendí a
combatir mis miedos, alcancé mis metas, logré ser más tolerante y a decir lo
que pienso. Sin embargo, lo más importante fue que te ganaste mi confianza y
con tu inmenso amor me hiciste sentir protegida y capaz de enfrentar cualquier
cosa. Ahora soy fuerte por ti.
Algunas veces, parecieras como caído del cielo pues
apareciste en el momento preciso, eras exactamente lo que necesitaba y te
quedaste tal y como yo lo esperé.
Podremos tener diferencias, eso le pasa a cualquier
persona, no obstante, hemos aprendido a comprender, reflexionar, perdonar y
aceptarnos por nuestras virtudes, errores y todos nuestros defectos.
Te conocí hace poco más de cuatro años y aún sigo
considerándote parte importante en mi vida por toda la ayuda y soporte que me has
brindado.
Así quiero que te quedes, junto a mí, rescatándome cada vez que me
siento perdida. Enseñándome a salir adelante por mi cuenta y a creer en mí.
Demostrándome cuán capaz soy y cuán orgullosa debo estar de mi esfuerzo. Tomándome
de la mano y llevándome a la paz y tranquilidad que tanto necesitamos.
Amor mío, en pocas palabras, tal y como diría la
canción que siempre me cantas: Stand by
me.