tick-tack

sábado, 23 de octubre de 2010

SIEMPRE CONMIGO

Después de varios acontecimientos reflexioné sobre todas esas personas que conoces a lo largo de la vida, personas que al fin de cuentas quedan divididas en dos grandes rubros, las que se quedan ahí para tí y las que tienen que partir.

En esta ocasión me enfocaré a las que se van porque las otras simplemente no te causan ningun malestar ni sifrimiento.

Cuando encuentras una persona con la que puedes imaginar un futuro realmente prometedor, es interesante todas las relaciones que puedes crear en torno a ella, todas los sentimientos que giran en torno a ella, todo el amor que te provoca ella.
¿Qué? ¿El amor? ¿Existe?
Sí, el amor, el sentimiento más intenso, más cálido... más exitante, más confuso... egoísta, triste, doloroso, convenenciero, destructor, creativo, espontáneo, inolvidable, intocable, particular, maravilloso, inexplicable, silencioso, complicado, majestuoso, duradero... el más puro y tierno, el amor.
Yo he pasado por esas características, sí. Y cada una de ellas igual de bellas.
Quizá por eso es un poco difícil de llevar a cabo, no creo que todas las personas lo logren, más que amor tienen costumbre.
Bien, regresando a la persona con la que visualizas tu futuro, es curioso, pero mientras sueñas no te das cuenta de algunos aspectos que te afectan. La persona a tus ojos parece perfecta y no hay poder humano que te haga cambiar de parecer y por eso cuando se marcha se sufre tanto.
Lo más crítico del amor es cuando ante tus ojos se va degradando, esfumando, desmoronando y por más que luches no consigues nada.
Las personas que se van, sin duda dejan una huella muy profunda en tu mente, cuerpo y alma, una huella que tal vez, jamás se borrará en la mía. Algo con lo que siempre podré recordar cuando te quice, cuando te amé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario